Cuando escuchamos hablar sobre contenidos e-learning la mayoría de personas piensa en cursos basados en pdf o diapositivas que, en lugar de ser utilizadas en un aula física, se implementan en una plataforma digital donde las encontrará y consumirá el usuario. Sin embargo, esto no es así y, de serlo, estaríamos cometiendo un gran error.
Los contenidos e-learning han evolucionado mucho desde la llegada de esta modalidad hace ya más de dos décadas. En la actualidad, para que un contenido e-learning logre causar impacto es necesario que en su proceso de creación intervengan cinco puntos que veremos más adelante.
¿Y todo esto por qué? Porque nos encontramos en un escenario de crisis en lo que a la formación se refiere. Una situación que se desencadena a partir de la desilusión, la desmotivación y la decepción del alumnado.
Con este post vamos a conocer los tipos de contenidos e-Learning que existen, un ejemplo inspirador y los tips para que tus contenidos digitales logren enamorar al alumnado desde el primer momento.
TIPOS DE CONTENIDOS E-LEARNING
Antes de detallar los tipos de contenidos elearning que existen, es imprescindible comprender los cinco puntos que deberás cuidar a la hora de crear un contenido de este tipo:
- Escuchar: ¿conoces realmente lo que necesitan tus alumnos?
- Hacer sentir: ¿tus contenidos hacen latir el corazón del que los consume?
- Transformar: ¿tus contenidos son capaces de transformar al que los consume?
- Comunicar: ¿qué comunican tus contenidos sobre tu proyecto formativo?
- Preguntar: ¿qué piensan tus alumnos de los contenidos que les están dando?
Los contenidos e-learning de valor son mucho más que simples pantallas interactivas. A día de hoy es difícil imaginar que un curso online basado en un pdf pueda resultar atractivo. El usuario medio ha incorporado la tecnología a su día a día y cuando consume formación online espera hacerlo de la misma forma que se comporta cuando accede a Instagram, TikTok, YouTube, Twitch…
Existen una gran cantidad de recursos digitales y audiovisuales, pero si nos centramos en los más comunes y los acercamos al ámbito del elearning, identificaremos los siguientes tipos:
Contenidos e-learning de texto: es el formato más tradicional y su presencia dentro de la formación elearning ha experimentado una gran evolución durante los últimos años. Hoy por hoy la clave está en usar textos ligeros, con un estilo adaptado al lenguaje habitual del usuario y buscando aportar cuestiones de valor en todo. Además, el texto suele cobrar un mayor valor cuando se acompaña de diferentes recursos audiovisuales.
Contenidos basados en pruebas: existen contenidos donde el alumnado aprende a través de diferentes pruebas que debe superar en el mismo momento en el que está adquiriendo el conocimiento. El sentido de este tipo de contenidos es unir el apartado teórico y práctico, creando una combinación única. Es el caso de un contenido elearning basado en un escape room o cualquier tipo de serious game. El usuario recibe una explicación sobre un concepto o procedimiento y de inmediato debe usar dicho conocimiento para tomar una decisión.
Contenidos e-learning basados en vídeos: decíamos al principio de este post que cuando el usuario consume formación online quiere disfrutar de una experiencia similar a la que siente cuando visualiza contenidos en YouTube, TikTok o Twitch. La mayoría de contenidos que podemos encontrar en estos canales tienen varias características en común, pero hay tres de ellas que debemos entender al hablar de contenido audiovisual para elearning: entretenimiento, enseñanza y brevedad. El peso de los contenidos en formato vídeo para cursos elearning crece cada día y ya es difícil entender la formación online sin este tipo de recursos.
Contenidos e-learning con audio: en este apartado aparecen dos recursos como protagonistas: los audiolibros y los podcast. La gran ventaja de estos formatos es que permiten que el usuario pueda encajar el proceso de aprendizaje con mayor flexibilidad, llegando a compatibilizarlo incluso con otras tareas.
Contenidos e-learning basados en imágenes: infografías, ilustraciones, mapas conceptuales, imágenes interactivas y otros recursos imprescindibles para combinar textos e imágenes mejorando la retención del conocimiento.
En definitiva, existen diferentes tipos de contenidos, casi tantos como recursos puedes integrar en una pantalla. Sin embargo, lo más común es que este tipo de contenidos no terminen siendo, individualmente, los únicos protagonistas. La clave está en definir un diseño instruccional que agrupe diferentes tipos de contenidos a los cuales daremos sentido utilizando una o varias metodologías (microlearning, videolearning, gamificación…).
Gracias a ello conseguimos que los cursos e-Learning y el proceso de aprendizaje logren un salto de calidad, mejorando así los resultados del proyecto formativo del que forman parte estos contenidos.