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¿Has escuchado eso de «Gamificación«? Métete en situación. La habitación oscura. Te sientas bajo el foco de luz amarilla de un flexo, junto a tu subrayador fluorescente. Frente a ti, un bloque de apuntes de historia fotocopiados con la letra gris y ligeramente desdibujada. Mientras te preparas para leer, pasas las páginas interminables de contenidos. En estas, las escasas fotografías son poco más que rectángulos en negro mate. Ya desde el inicio te falla la motivación, y sientes que eres incapaz de aprender una sola línea. No tardas demasiado en cerrar esa losa de papel con desesperación, buscando algo que te anime.

Está claro que necesitas un poco de gamificación en tu vida. Pero… ¿QUÉ ES LA GAMIFICACIÓN?

La gamificación es una técnica de aprendizaje consistente en convertir una actividad académica o profesional en un juego. Esto se lleva a cabo con el fin de que no se consideren actividades lineales o tediosas. Es un modo de transformar tu avance en un proceso divertido. Digamos que es similar a participar en un concurso de televisión en el que responder correctamente te otorga puntos. Al final, el que más preguntas acierta es el ganador. Estamos hablando de lo mismo, pero orientado al desarrollo de tus habilidades. Esta tendencia, que está causando verdadero furor en empresas e instituciones educativas, se ha extendido a gran velocidad. Sus resultados hasta ahora han sido excelentes. Las compañías lo utilizan para formar a sus trabajadores, y los alumnos se entregan a esta positiva experiencia.

OBJETIVO DE LA GAMIFICACIÓN

Después de todo, el objetivo final es adquirir competencias transformando tu experiencia de aprendizaje. En el momento en el que tu progreso se convierte en un juego, tu mente está mucho más dispuesta a avanzar. Al sumergirte en un contenido gamificado los estímulos te empujan hacia las recompensas, traduciéndose en superación y refuerzo positivo. Y claro, la falta de ganas deja de ser un problema al visualizar el conjunto como algo lúdico. Además, el espíritu competitivo y el afán de superación te mantienen motivado hasta el final. Hasta que superas el curso.

Normalmente, en los procesos gamificados se dispone de puntuaciones abiertas consultables, estimulando un espíritu competitivo entre compañeros. A medida que alcanzas objetivos, obtienes reconocimiento en forma de logros, puntos o medallas. Es fácil olvidar que detrás de la diversión, estamos estudiando de forma autónoma. Como en el fondo no deja de ser un juego, es mucho más sencillo comprometerse con las metas.

TÉCNICAS DE GAMIFICACIÓN

Existen muchas técnicas diferentes para gamificar, el único límite es la imaginación. Por ejemplo, se puede presentar un contenido dividido a lo largo de un circuito de carreras. Este abarcaría desde la salida hasta la meta. El alumno en lugar de conseguir puntuar, avanza por el recorrido cuando supera las actividades y exámenes. También se podría funcionar a través de entrega de trofeos y medallas al finalizar contenidos, como en una olimpiada. Al final los premios acabarían en una vitrina virtual. Esta puede ser compartida en redes sociales o visitada por otros competidores. También, desplegar un mapa pirata y obtener pistas cuando completas una unidad hasta encontrar la X donde descansa el tesoro.

Los alumnos al final deben ser capaces de comprobar los resultados para evaluar sus capacidades. De las muchas herramientas para ello, la más común suele ser el tablón de puntuaciones. Este muestra en lo más alto a los compañeros con mejores calificaciones individuales en las pruebas. La finalidad es alzarse con las recompensas del juego sin perder de vista que a la par alcanzas objetivos académicos. Sí, todo tiene lugar mientras estás estudiando, ¿recuerdas?

EFICACIA EN LAS TÉCNICAS DE GAMIFICACIÓN

A estas alturas, si te detienes un momento a analizar la información es fácil llegar a la siguiente conclusión. Los beneficios son muchos y diversos. Lo son tanto para los formadores como para los alumnos. El mejor método para aprender es aprender haciendo, y en el proceso gamificado no dejas de hacer en ningún momento. La gamificación te impulsa a avanzar de forma autónoma, a ser constante, a superarte, a socializarte etcétera. Y esto es solo el principio. Este método de aprendizaje está cada día más presente en otros ámbitos diferentes. Esto es gracias a lo accesible de las aplicaciones móviles. Gamificación para el deporte, para la salud, la alimentación, la meditación, o incluso la práctica de idiomas.

¡Levántate de tu mesa, deja esos apuntes en el cajón y únete a esta moda que ha venido para quedarse!

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